Llegado el momento de finalizar una relación, sea por el motivo que sea, siempre tienes dos opciones cortar la relación de manera radical o continuar manteniendo algo de amistad. Todas las relaciones son diferentes y los motivos de la ruptura también, pero ¿es sano llevarte bien con tu ex pareja? Llegar a este punto de reflexión no es fácil, porque tienes que quedarte sólo con los buenos momentos y asumir que la relación pasional se ha roto y sólo queda la amistad. Quizás sea más fácil en parejas que llevan mucho tiempo y les queda el cariño, pero elijas el camino que elijas tienes que sincero contigo mismo y optar por aquel camino que te haga más feliz. Tener un trato cordial no es lo mismo que seguir siendo amigos, sobre todo si implica un esfuerzo por tu parte.Si sigues enamorado/a de esa persona y la ruptura ha sido por cuestiones que tienen arreglo, quizás es bueno que te tomes tu tiempo para estar sólo y después intentar llevar la iniciativa de poder volver a tener la misma relación que teníais antes.

Dicen que regalar flores puede ser una manera de iniciar una reconciliación, pero desde Vanity Flor queremos darte algunos consejos para que reflexiones si quieres volver a intentarlo con tu ex y si es buen momento para mandarle flores o no.

 ¿Cuándo no regalar flores a tu ex pareja?

• Si sabes que hay otra persona. Meterte en mitad de una nueva relación no es buena idea. Porque no solamente no vas a recuperar a la otra persona, sino que también puedes lograr que te odie para siempre.
• Si hay una infidelidad detrás de la ruptura. Si has cometido el gran error de ponerle los cuernos a tu pareja, regalarle flores no es la mejor manera de solucionarlo. Puede que este motivo sea el más fuerte de una ruptura y que ya no haya marcha atrás. Pedirle perdón con flores no es lo más acertado, a no ser que haya sido un malentendido y te quieras disculpar por ello. Si aun así estás arrepentido, siempre puedes intentar quedar con la persona para hablar y puede que el tiempo cure la relación y te perdone la otra persona, pero desde un primer momento no es aconsejable regalar flores, ya que sería muy frívolo por tu parte.
• Cuando ya hay una decisión rotunda por la otra parte. Si tu ex tiene muy claro que no quiere volver, no fuerces la situación, ya que podrías obsesionarte con la otra persona y llegar a que sea acoso. Aunque nos cueste al principio creer que sea ha roto, el tiempo te ayudará a sanar el corazón a pasar el duelo y seguro a encontrar a una nueva persona con la que quieras pasar el resto de tu vida.

¿Cuándo regalar flores a tu ex?

• Muchas de las rupturas son por motivos ajenos a la pareja, muchas veces el cambio de trabajo a otra ciudad es un motivo para cortar con la persona con la que estás. No es que dejes de quererlo, sino que el no ver a diario a la persona a la que amas te hace plantearte si la relación puede seguir o es mejor cortar para no estar sufriendo. Cuando la ruptura es por un motivo así, lo más probable es que la relación no esté cerrada del todo y puedas volver a estar con esa persona. Enviar un precioso ramo de rosas en una fecha especial para vosotros puede ser el renacer del amor y el comienzo de una bonita segunda parte más reforzada que la primera.
• Cuando son parejas jóvenes. Muchas relaciones empiezan a temprana edad y no todos maduramos de la misma manera, por eso se producen muchas rupturas. Con el paso de los años podemos volver a retomar la relación, no como niños, sino como personas adultas. En este caso, cualquier flor que envíes será bien recibida por la otra persona, porque estará en el mismo punto que tú, el de volver a iniciar una bonita relación.
• Si los errores cometidos en la pareja son subsanables, es decir, cuando son motivos que con el trabajo de los 2 se puede volver a retomar la relación. Si por ambas partes sabéis que va a merecer la pena volver a empezar la relación y quieres ser detallista y no volver a caer en los mismos errores, por eso en fechas especiales tener un detalle con flores siempre es bienvenido y evidentemente un sinónimo de querer cuidar lo que tienes y que no se acabe nunca.