¿Por qué es tradición tirar arroz a los novios en las bodas?
Las tradiciones son comportamientos sociales que todos tenemos más o menos aceptados y que llevamos a cabo durante mucho tiempo. La cuestión es que, debido a la longevidad de las mismas, muchas veces ni siquiera conocemos el motivo por el qué empezaron y dónde tuvieron su origen. Alimentándose muchas veces de historietas y rumores que nada tienen que ver con la realidad. En este sentido, las bodas son uno de los mejores ejemplos de este fenómeno social.
Junto a la tradición del color blanco del vestido o lanzar el ramo de novia a las invitadas solteras de la celebración, tirar arroz a los novios a la salida de la iglesia es una de las costumbres más arraigadas en las bodas. Asumimos y respetamos la tradición de que hay que lanzar arroz a la salida de los novios. Podemos cambiarlo por otra cosa, pero la tradición permanece viva.
En los últimos años, además de arroz se han puesto de muy de moda otras alternativas como los pétalos de rosa, las pompas de jabón, el confeti, las plumas o los globos, pero lo cierto es que el arroz sigue siendo el elemento estrella. Pero, ¿sabes realmente de dónde viene la tradición de tirar arroz a los novios en las bodas?
El origen de tirar arroz en las bodas: ¿las culturas orientales o los romanos?
Del mismo modo que sucede con otras muchas tradiciones relacionadas con el matrimonio, el amor o la familia, muchas de las tradiciones que se siguen realizando hoy en las bodas están vinculadas con la fecundidad o la fertilidad. En el caso del arroz, este producto simboliza estas dos virtudes, asociándolas con la buena suerte de la pareja en la nueva vida que empiezan juntos. Deseándoles también que puedan formar una bonita familia.
Parece que la tradición de tirar arroz a los novios es una costumbre que se remonta a la antigüedad. Culturas milenarias como la japonesa o la china creían que los granos de arroz encerraban poderes mágicos que atraían la riqueza. De hecho, la planta del arroz era considerada como la planta del dinero y que tenía el poder de proteger contra la mala suerte. Simbolizando no solamente la fortuna y la prosperidad, sino también la abundancia y la fertilidad. Esta es la razón por la que ya hace más de mil años se lanzaban puñados de arroz a los novios después de haber contraído matrimonio.
Un Precepto chino dice: «(…) Qué tengáis tanta prosperidad como para poder repartir arroz en todos los días de vuestra vida. Que os sobre para poder dar a los que no tienen. Que poseáis tanto arroz como para poder tener un gran número de hijos (…)».
Todo apunta a que los viajes de marco Polo a China y de otros navegantes portugueses a esta región del mundo hizo que algunas costumbres orientales, como esta, se difundieran a Europa a través de los puertos.
Aunque hay quienes aseguran que esta tradición puede encontrarse también en tiempos del Imperio Romano, por lo que serían ellos los que realmente la difundirían por todo el continente. En todas las bodas romanas, las novias portaban en sus cabezas una corona elaborada con espigas de trigo como símbolo de la fertilidad. Por su parte, el novio debía romper pastelillos de trigo cocido sobre la cabeza de su esposa en señal de abundancia. De hecho, de aquí viene también la tradición de la tarta de boda.
Además, la pareja daba a los invitados las migas de estos pastelillos, junto con almendras y nueces cubiertas de miel, que después se arrojaban a los nuevos esposos para desearles prosperidad. Con el paso del tiempo, las migas y los frutos secos serían sustituidas por granos de arroz, instaurando así una tradición que hay llegado hasta nuestros días.
En cualquier caso, lo cierto es que en ninguna de estas culturas antiguas estaba permitido que las mujeres fueran las que lanzaran el arroz, sino que lo hacían los hombres y los niños, ya que se consideraba que la protección masculina que se brindaba a través de esta lluvia de cereales era más fuerte y más pura si lo hacían ellos.
Edad Media: del trigo a la arroz
Fue durante la época medieval cuando el trigo, que tanto protagonismo tenía en las bodas romanas, fue reemplazado por el arroz silvestre, que también se consideraba como símbolo de fertilidad. En esta época, la sociedad pensaba que tirar arroz a los novios después de la boda les ayudaría a tener hijos y a protegerlos de los malos espíritus.
Sin embargo, debes saber que no en todos los países se ha tirado siempre arroz. Por ejemplo, en Italia era habitual lanzar caramelos y en Gran Bretaña, durante el reinado de los Tudor, los invitados lanzaban zapatos a los novios con el fin de «golpear» a los malos espíritus que pudieran rondar por la ceremonia. Afortunadamente esta última tradición ya ha desaparecido, porque no debía resultar nada agradable.
Eso sí, desde comienzos del siglo XX, la tradición de tirar arroz a los novios en las bodas se convirtió en una de las costumbres más arraigadas en este tipo de celebraciones, tanto en Europa como en América. Especialmente cuando no había necesidades alimentarias y podía derrocharse sin preocupación.
La tradición de tirar arroz a los novios hoy en día
En la actualidad, aunque la tradición de tirar arroz a los novios en las bodas continúa, lo cierto es que cada vez son más las parejas que se decantan por otras alternativas. Especialmente porque la conciencia sobre la situación del hambre en el mundo es cada vez mayor. Pero también porque las aves suelen consumir en exceso estos granos que quedan en el suelo, lo que les causa la muerte.
La alternativa más popular hoy en día son los pétalos de rosa, que no se lanzan directamente a los novios, sino al aire. Lo cual, además de resultar menos doloroso, es mucho más bonito y no se queda atrapado entre el pelo y los trajes de los novios.
Pero también hay quienes prefieren las pompas de jabón, una opción muy original que suele utilizarse cuando hay muchos niños invitados a la boda, ya que a ellos les encanta. Y también es más habitual cada vez ver cañones de confeti, que también pueden encontrarse para lanzar los pétalos de rosa.
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Además, son 100% naturales y biodegradables, por lo que no tendrás que preocuparte tampoco por su la iglesia o el lugar del banquete no te deja lanzar otro tipo de cosas que no se descompongan en poco tiempo, como es el caso del arroz o de los pétalos artificiales. De hecho, cada vez son más las iglesias que no dejan tirar arroz a los novios después de la ceremonia, por lo que te recomendamos que te informes bien antes.
En cualquier caso, son muchas alternativas entre las que puedes elegir en lugar del arroz. Lo importante es que tanto tú como tu pareja estés contentos con la decisión y que disfrutéis de ese día tan maravilloso con el que siempre habéis soñado.