¿Sabías que hay numerosas leyendas y curiosidades de las orquídeas en diferentes épocas y culturas de todo el mundo?

La orquídea ha sido una de las flores más admiradas a lo largo de la historia. Una flor envuelta en un gran halo de misticismo, que destaca a por su belleza única y elegancia en todo el mundo. Inspirando numerosos mitos que han despertado la curiosidad de muchas civilizaciones y convirtiéndose en un símbolo de admiración y aprecio.

Su delicada y exótica apariencia  ha hecho que se le atribuyan significados mágicos y profundos, siendo protagonista de numerosas historias que resaltan su carácter especial.

Leyendas y curiosidades de las orquídeas a lo largo de la historia

En la antigua Grecia, las orquídeas simbolizaban la virilidad y la fuerza, mientras que en la China imperial se relacionaban con la distinción y la nobleza. Durante la época victoriana, en Europa, regalar una orquídea era una muestra de admiración y devoción, pues se consideraba una flor única.

Si estás pensando en enviar una planta de orquídea o incluirla en una composición floral especial, en Vanity Flor queremos que conozcas algunas leyendas y curiosidades de las orquídeas, que destacan la importancia y el simbolismo de esta enigmática flor a lo largo de la historia.

 

La Grecia Clásica

Se piensa que el nombre de esta peculiar flor data de esta época. Según la leyenda, Orchis, era el hijo de una ninfa y un sátiro que durante una de las fiestas del dios del vino Baco se emborrachó y cometió uno de los mayores pecados que existían en el momento: tener relaciones con una de las sacerdotisas del templo.

Esto le costó la vida y los padres imploraron al resto de Dioses piedad por su hijo, quienes lo transformaron en una flor con efectos afrodisíacos y así satisfacer a los hombres de la misma manera que él había perdido la vida.

Para los griegos la palabra “orchis” significa “testículos” por su semejanza de la raíz con los órganos masculinos. Por eso, muchas personas en la Antigua Grecia pensaban que las orquídeas eran plantas afrodisíacas y que incluso podían llegar a influir en el sexo de un niño que iba a nacer.

 

La India

En la India y en Nepal hay una peregrinación muy importante en el mes de abril en Siraha para ver la floración de las orquídeas porque tiene una gran importancia histórica esta flor.

Según la leyenda, esta flor fue entregada a Salahesh, un héroe popular conocido como el rey de las montañas. Hay muchas historias populares en la zona sobre este personaje y su amor hacia su amada “Malin”, que significa jardinera.

Las flores de orquídea las usaba para purificar su cuerpo después de las batallas y las recogía de un jardín donde había 4 hermanas jardineras, dónde se enamoró de una de ellas.

Para los hindúes, las orquídeas representan el amor y muchos jóvenes hacen peregrinación a esta zona del país con la esperanza de que sea igual su amor que el de Salahesh y su Malin.

China

 

En China las orquídeas siempre ha sigo sinónimo de elegancia y sencillez. La leyenda China cuenta que Confucio descubrió esta preciosa flor en mitad del bosque una tarde cualquiera. Esta flor pasaba desapercibida entre la naturaleza, pero él se enamoró de su forma y su olor.

La Orquídea representa el “déjala ser como es”, ya que, ante las adversidades del medio, la orquídea crece libre con su belleza y sin ninguna pretensión, solamente estar junto al resto de la naturaleza.

Las orquídeas silvestres son muchos más fuertes y duraderas que el resto, pero suelen crecer ocultas, ya que son plantas que buscan humedad y sombra. Por eso, en China por su clima en ciertos lugares se pueden encontrar entre rocas y en lugares escondidos.

 

Europa

Entre las curiosidades de las orquídeas propias de la tradición romana, debemos destacar que eran consideradas como afrodisíacas. Sin embargo, para la Iglesia Católica la flor era considerada un producto de Satanás, que con su belleza atraía a los hombres al pecado.

Tanto es así, que debido a su tipo de reproducción, se pensaba que estas plantas, al no producir frutos ni semillas, crecían por el semen que se perdía en el emparejamiento de los mamíferos. Además, al parecerse sus raíces bulbosas a los testículos masculinos, se extendió la leyenda de sus efectos sexuales en hombres.

En la Europa del siglo XVIII, eran consideradas como símbolo de riqueza, por lo que muchas familias adineradas las tenían en sus jardines, siendo traídas del Nuevo Mundo. Tal fue la «fiebre» por estas flores que llegaron a surgir “caza tesoros” de orquídeas que buscaban nuevas especies para venderlas por desorbitadas sumas de dinero.

Incluso llegaron a crearse invernaderos evocando climas subtropicales para poder cultivarlas porque las que llegaban desde América morían muy rápido debido las malas condiciones en el transporte.

A principios del siglo XX, coincidiendo con la I Guerra Mundial, estos invernaderos se cerraron por el alto costo que suponía mantenerlos. Por suerte, hoy en día, las condiciones de transporte han mejorado considerablemente y su transporte es mucho más sencillo.