La pedida de mano es una costumbre muy arraigada en muchos lugares del mundo. Es verdad que es un acto clásico pero que ha llegado a nuestros días como un paso imprescindible antes del día de la boda.

Aunque el fin sea el mismo, que es celebrar el matrimonio, en otros tiempos el novio le tenía que pedir la mano a su futuro suegro y siempre venía con una cantidad económica por parte de la familia del novio para que el padre diera el consentimiento del enlace, ya que era éste al final el que tenía la última palabra y había que “agradarlo” de la mejor manera posible. Parecía más una “compra venta” que un acto de amor.

Por suerte ha evolucionado mucho con el paso de los años y la pedida de mano es un momento muy emotivo el cual queda en el recuerdo con el paso de los años. Se ha convertido en un acto más íntimo entre los novios, ya que es una declaración de amor en toda regla, en los que una de las partes de la pareja le regala un anillo de pedida a la otra parte. Los siguientes pasos a seguir serían poner fecha de boda y anunciarlo a todo el mundo.

Desde Vanity Flor te proponemos 5 ideas originales para pedir la mano a tu pareja y convertirlo en uno de los momentos más emotivos de vuestra relación.

 

Cuando se tira el ramo

 

 

 Se dice que de una boda sale otra boda y podéis hacerlo realidad al 100% y aprovechar el enlace alguien muy cercano y proponerle que cuando tire el ramo ya vaya dirigido a tu pareja y en ese momento sorprenderla con un precioso anillo de pedida. Desde luego es una manera muy original de proponerle matrimonio delante de amigos y familiares.

 

Recrea la primera cita

 

 

Seguro que te acuerdas de la primera vez que saliste con tu pareja y de los sitios a los que fuisteis. Es una pedida más íntima y es ideal para personas que no les gusta ser el centro de atención o que quieren que ese momento sea solo para ellos.

El día perfecto para recrearla puede ser para celebrar el aniversario o en San Valentín. Pero si de verdad quieres que sea sorpresa, hazlo cualquier día, sólo coméntale que vais a ir a cenar y aprovechas en el postre para pedirle matrimonio.

 

En un viaje

 

 

Si tenéis planteado hacer una escapada romántica, ¡este es tu momento! No tiene por qué ser en París, puede ser a cualquier otro lugar que vayas con tu pareja, sólo encuentra el momento más adecuado y haz que se convierta en el viaje más especial que hayáis hecho hasta el momento.

Puedes darle la sorpresa y enviar un precioso ramo a la habitación del hotel con una nota que ponga “¿quieres casarte conmigo?” y en ese momento darle el anillo.

 

Sorpresa con la familia y amigos

 

 

 

Compartir este momento con los seres más queridos hace que sea además una celebración para toda la familia. Si sois unos novios extrovertidos puedes preparar una fiesta sorpresa y harás partícipe a mucha gente de este momento tan especial. No sólo se llevará la alegría de ver a todos tus familiares y amigos, sino que además vivirá un momento muy emocionante cuando le pidas la mano.

Si sabes que a tu pareja no le gusta ser el centro de atención, puedes hacer una comida familiar o una comida con los amigos y pedirle matrimonio de una manera más reservada, pero no menos emotiva.

 

En una sesión de fotos

 

 

 

Si no quieres levantar sospechas y que sea una sorpresa, puedes decirle que te ha tocado una sesión de fotos en algún concurso o que le estás haciendo un favor a un amigo que es fotógrafo amateur y necesita modelos. O simplemente decirle al fotógrafo dónde vas a hacer la proposición y que plasme el momento.

Si al final te has decantado por una sesión de fotos con un profesional, lo que puedes es ponerle sobre aviso y que haga varias fotos escondiendo el anillo, dando pistas sobre la intención de la sesión y justo en el momento que se lo des. Cuando reveléis las fotos tendrás un precioso recuerdo de uno de los momentos más especiales de tu vida y podréis recordarlo siempre que queráis.